Europa Laica defiende el respeto a la libertad de conciencia en todos los ámbitos, pero con mayor celo cuando se trata de menores en formación, y exige, en consecuencia, la eliminación del adoctrinamiento religioso y dogmático en todos los centros que imparten enseñanza oficial. Una demanda democrática que a día de hoy no se respeta en nuestro sistema educativo.
No obstante, y dado el carácter y consecuencias de la actual fragmentación del sistema educativo en diferentes redes de centros, donde la mayoría de los centros privados, concertados o no, invocan su “carácter propio” o ideario para imponer en ellos una enseñanza religiosa confesional, no cabe la indiferencia. Europa Laica apuesta sin vacilación por la Escuela Pública, como instrumento que debe ser garantizado por las Administraciones Públicas, en tanto obligadas a velar por el interés general, para dar satisfacción a un derecho universal y en condiciones de igualdad, como es el derecho de niños y jóvenes a una educación común y laica. Defensa del espacio público, interés general y derecho universal a los que, por su propia naturaleza, no se ven obligadas instituciones y empresas de carácter particular, punto de apoyo hacia la creación de un “mercado educativo”, con distintos sesgos ideológicos, promoviendo mayor segregación y desigualdad social.
Europa Laica propone a las madres y padres que matriculen a sus hijas e hijos en edad escolar en colegios e institutos públicos; pues considera que la Escuela Pública es la que está directamente comprometida para que la etapa de escolarización obligatoria sea una etapa de convivencia entre escolares, con los iguales y con los distintos, una etapa que contribuye con esa convivencia a la mejor formación de las niñas, niños y jóvenes, y también al mejor desarrollo democrático de una sociedad cada día más diversa y plural.